E l Bærum kulturhus es el principal teatro de Sandvika, el municipio más rico de la ya enriquecida y helada Noruega.
Emplazado frente al fiordo de Oslo, desde esta caja de acero, vidrio y madera la vista se pierde ante un mar salpicado de islas con playas de arena blanca. Dentro de sus muros se han presentado los más aplaudidos espectáculos de danza, teatro y música nórdicos que han pasado por ese país. Y desde ese lugar, ubicado al otro lado del mundo, cobrará vida el Campeonato Europeo de Cueca. O, como se le conoce en esos recónditos lares, la Eurocueca.
La segunda versión del certamen se celebrará el 31 de agosto, para la cual ya hay confirmadas parejas de procedencias tan distintas como España, Alemania, Suecia, Irlanda, Suiza, Francia y la propia Noruega. Una de ellas es la formada por María Correa y Waldo Inza.
A simple vista, y vestidos con los trajes típicos chilenos, son dos compatriotas que lucen como cualquier integrante de esos grupos folclóricos que se ven en las fondas de la zona central de Chile. Las similitudes terminan cuando abren la boca: ambos nacieron en Suecia y manejan más esa cultura que la nuestra.
Pero las raíces chilenas que detentan han hecho lo suyo y por eso viajaron la semana pasada desde Estocolmo al recinto donde deberán demostrar su conocimiento y destreza en torno al baile nacional chileno.
Porque triunfar en el certamen no es fácil. El reglamento es riguroso respecto al tipo de música -sólo cueca huasa de 48 compases-, al vestuario -las mujeres no pueden usar zapatos de charol, sino de cuero, y los hombres deben usar el pelo corto según el reglamento del rodeo- y la coreografía.
Además de cumplir con las reglas, a los europeos les complica el baile. Las vueltas, el zapateo tan distinto al flamenco y esa imitación de una conquista con la huasa seduciendo y el huaso dejándose encantar, les resulta una danza extraña. Eduardo Cortés, director de Eurocueca, lo tiene claro.
-Mientras más cerca del Hemisferio norte preguntas, más rara la encuentran. Las danzas tradicionales de los países escandinavos, por ejemplo, son con movimientos más tiesos y fuertes. Para la gran mayoría de los europeos, es algo impensable probar bailar cueca. La ven como algo étnico.
Para cumplir con los estrictos requisitos, muchos comienzan a ensayar varias semanas antes, mientras encargan vestidos a tiendas en Chile que tienen trayectoria en la confección de atuendos típicos. Es el caso de "Todo Huaso", que envía los trajes a través de Western Union a los cuatro rincones del globo. A Doñihue han llegado pedidos de chamantos que también se entregan como premios, mientras que la banda y el pendón que recibirán los ganadores pertenecen a la tradicional tienda "Punto Clave".
Una danza extraña
Si hay algo que a los europeos les llama la atención de la danza nacional son las espuelas del huaso. "Su sonido les recuerda los populares westerns italianos", asegura Cortés.
Pero eso no impide que algunos se atrevan. El año pasado participó una noruega haciendo dupla con un coltauquino y este año hay siete parejas inscritas compuestas por personas nacidas en el Viejo Continente. Para que conozcan más del baile típico y aprendan a bailarlo, Eurocueca también realiza talleres.
De todas maneras, la mayoría de los concursantes tiene algún nexo con Chile: nacieron acá, son hijos de chilenos o son amigos hace años de familias chilenas. Es ese recuerdo del país el que los motiva a efectuar este tipo de encuentros. Así lo remarca Cortés.
-Nuestro trabajo es canalizar la identidad y entregarla a todos los interesados, sin hacer diferencia. Nuestra cultura chilena debe estar abierta al mundo. Nosotros, los que estamos afuera, somos los embajadores culturales de nuestra nación y de nosotros depende la aceptación de nuestras tradiciones, cultura e identidad en el mundo.
Y lo están logrando. Cuenta que en los últimos años la cueca se ha ido expandiendo a lugares que hace décadas le eran ignotos. Una sueca vestida de china bailando a estadio lleno con un alcalde, un egipcio coronándose campeón mundial de esta especialidad o una noruega agitando rítmicamente su pañuelo en un campeonato internacional son todas muestras de las fronteras que se han ido derribando.
Avances que deben lidiar con la pérdida de interés que las nuevas generaciones comienzan a mostrar cuando alcanzan la adolescencia y se vuelcan hacia el fútbol o los juegos de computador. Por eso, y como una forma de atraerlos al baile nacional, este año en el campeonato podrán participar jóvenes desde los 14 años de edad.
De exportación
Para organizar este tipo de eventos, las colonias echan mano a la tecnología y se valen de plataformas como Facebook y Skype. Eurocueca, además, tiene células en las agrupaciones de chilenos residentes más grandes de Europa.
Fue así como organizaron esta semana la asistencia a la Copa Chile, que se celebra cada año en Estocolmo, y donde se arma una verdadera fonda que tiene por objetivo degustar las comidas típicas criollas. Entre empanadas y anticuchos, Eurocueca estuvo allí promocionando el encuentro que se celebrará en agosto.
"Este gran evento puso oficialmente en el mapa a nuestra danza en Europa", se lee en la página web de la organización.
Su caso no es el único. Al otro lado del Atlántico, entre el 30 de agosto y el 1 de septiembre Canadá albergará un "Campeonato mundial de cueca chilena".
Toronto, la mayor metrópolis de ese país y donde este año se celebrará la undécima versión del certamen, se considera así misma la "capital mundial" de la cueca.
Allí las exigencias son más altas y solo pueden participar parejas donde uno de sus integrantes es chileno o hijo de chilenos. Deben ser mayores de 18 años y estar inscritos en una organización cívico-cultural que esté registrada en la embajada o el consulado correspondiente.
Un poco más abajo, en Estados Unidos, los compatriotas radicados en Nueva York agrupados en el colectivo "Expresiones de Chile" realizaron su Campeonato Nacional de Cueca el 13 de julio pasado.
Y si bien una traba para las colonias chilenas en el extranjero que impide una mayor difusión de la cueca puede ser la ausencia de grupos folclóricos, la señal online de Radio Folclor de Chile, que incluye videos, audios y la hora chilena, hace lo suyo para que la música chilena puede seguir expandiéndose más allá de la cordillera y el mar.
Lea la noticia en el Mercurio de Santiago de Chile


Cueca de exportación
Nacida al alero de comunidades de chilenos residentes o con nexos en esta tierra, nuestro baile nacional se ha ido haciendo un espacio en lugares tan lejanos como Noruega, Canadá o EE.UU., Fronteras en las que exigentes competencias dan a conocer una danza tan exótica como difícil. Nadia Cabello